La Navidad paraguaya de 1942 anunciaba no solo la llegada de nuestro Niño Dios, sino que la cigüeña traía colgando de sus picos a uno que luego sería una de las figuras más rutilantes del baloncesto paraguayo.
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El alero, pero que según el mismo “jugué en todas las posiciones”, se codeó entre los más grandes jugadores no solo de su club, sino de nuestro país, entre quienes se cuenta al gran Antonio Zapattini.
“Atado” a la pista de su querido Club Atlético Ciudad Nueva, que se fundó el 18 de junio de 1944, solamente recorrió otras dos instituciones, Cerro Porteño en 1972 y Olimpia en el ‘73, con el que sumó una estrella más.
César jugó en el club del franja roja desde 1958 hasta 1980, cosechando el tricampeonatos en 1963, 1964 y 1065, otro “tri” del ‘67 al ‘69. Y…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py