La extensa carta remitida por el presbítero Pedro Celestino Brítez González al obispo, monseñor Joaquín Hermes Robledo, tiene tres páginas. En las líneas denuncia un atentado, exigencias de dinero, tratos denigrantes y, a pesar de todo, aclara que no renuncia al cargo de párroco de Itauguá, que su actitud no es de desobediencia al prelado ni a la Iglesia y pide disculpas a la ciudadanía itaugüeña por las situaciones presentadas en la comunidad religiosa del distrito.
“El 03 de noviembre del corriente, mientras celebraba misa, aflojaron las ruedas de mi camioneta, del lado del acompañante, trasera y delantera, que dejé estacionada en la plaza, poniendo es riesgo mi integridad física. Lo cual ya fue denunciado en la Comisaría local con Acta N° 378/22″, expresa en el punto 9 del escrito.
“El 04 de noviembre, volví…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py