Al nacer fue entregada por su madre a otra mujer, que, a pesar de tener 8 retoños la crió como una hija más. A los 12 años empezó su calvario y se enteró de la verdad de la peor manera. Es la historia de Celeste Penayo de 36 años, quien sueña con conocer a sus hermanos de sangre, porque según le contaron, la mujer que le dio la vida ya falleció.
“Fui muy feliz hasta los doce años, mi mamá, quien me crió, siempre me dio todo, yo era la pahague entre los nueve. Hasta ese entonces nunca se me pasó por la cabeza de que yo era adoptada, pese a que siempre sentí los celos de mis hermanos mayores”, empezó contando Celeste a Crónica.
La mujer, madre de tres hijos, contó que se enteró de la peor manera que no era hija biológica de la pareja que la criñi. “Un día mi mamá salió de la casa, yo estaba acostada en la cama…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py