Según Velázquez, una persona se presentó en la oficina, identificándose como un gestor, y solicitó la validación de una constancia emitida por el Ministerio de Salud en la que figuraba el nombre de un profesional. Sin embargo, las alarmas se encendieron cuando los funcionarios notaron que el documento no se correspondía con los estándares del Ministerio de Salud, ni siquiera en el tipo de papel utilizado.

El director general destacó que la funcionaria que recibió el documento de inmediato lo mostró a las autoridades correspondientes y se dieron cuenta de que no era auténtico. Además, el…