Hace 40 años, cuando Natalia reunió el valor y la fuerza suficiente para decirle a su madre que el cura de su parroquia en San Antonio de Padua de las Heras, en Mendoza (Argentina), había abusado de ella, su progenitora quiso denunciarlo pero le dijeron que el párroco había fallecido.
Las agresiones tuvieron lugar entre 1982 y 1983, cuando la víctima tenía entre 9 y 10 años, y no fue hasta 2018 cuando se enteró de que el sacerdote está vivo. Cuatro décadas después, lo ha localizado en el distrito de Vicálvaro, en Madrid (España), a través de una investigación de la Cadena Ser y El País, que recoge la historia en un artículo publicado este jueves.
Natalia deseaba que el religioso le pidiese perdón y, por eso, se presentó ante él en la parroquia española. “¿No se acuerda de mí?”, le preguntó. El…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py