Columbia Británica, de cinco millones de habitantes, es la primera provincia canadiense en poner en marcha esta medida, hasta ahora aplicada solo en el estado estadounidense de Oregón y en Portugal.
Durante los tres años de este proyecto piloto, los adultos en Columbia Británica que se encuentren con hasta 2,5 gramos de estas drogas, en lugar de enfrentar la cárcel o multas, recibirán información sobre cómo acceder a los programas de tratamiento de adicciones.
La policía tampoco incautará sus drogas.
Pero los vendedores y traficantes de drogas duras seguirán enfrentándose a procesos penales.
“La situación nunca ha sido más urgente”, dijo la ministra de Salud Mental y Adicciones, Carolyn Bennett, la víspera de la entrada en vigor de las nuevas reglas, que según sugirió en mayo pasado, podrían expandirse a otras…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py