Su marido, Antonio Meucci, ideó un aparato para comunicarse con ella y a la par seguir trabajando en su taller, que estaba en la planta baja de la casa.
Esta necesidad de cuidar a su esposa lo llevó , tras muchos años de trabajo, a comprender el proceso de transferencia de voz a través de ondas electromagnéticas y comenzó el diseño de un dispositivo que podría ayudar a la comunicación rompiendo las barreras para llegar a ella.
Para 1870 ya había dado un paso más. Le salió bien un experimento en el que se comunicó una voz humana a un lugar situado a más de mil kilómetros de distancia con el cobre como conductor. A este dispositivo le llamó teletrófono.
En 1876, Alexander Graham Bell registró un invento, que no era…
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Fuente: Ultima Hora – www.ultimahora.com