Duermen menos de lo que la mayoría se pueda imaginar. Pasan de todo. Sol, frío, lluvia. Muchas veces no están en esos momentos familiares en los que les gustaría haber participado, porque pasan gran parte de su vida trabajando.
Reciben insultos de todo tipo que les lastima el corazón. Lloran, sienten. Y lo que es peor aún, son muy pocos valorados y casi no son reconocidos por sus esfuerzos. Ellos son los electricistas linieros. Esos hombres que “trepan” a lo alto de una columna y arriesgan sus vidas para instalar y mantener los servicios eléctricos y más en estos días en que los “cortes de luz” sorprenden en cualquier momento.
Y anoche, cuando el reloj marcaba las 00:00, los fuegos artificiales comenzaron a adornar el cielo, pero don Alberto Meza y don Edén Gavilán, ambos electricistas de la ANDE recibieron el Año…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py