El obispo de Caacupé lanzó una dura reflexión sobre la realidad social del país, marcada por constantes casos de violencia, y advirtió que detrás de eso se esconde una preocupante pérdida de esperanza que golpea con fuerza a los jóvenes y a las familias.
Durante su homilía en la misa de hoy en Caacupé, el prelado lamentó que el odio, la antipatía y el rencor se hayan vuelto sentimientos cotidianos en la sociedad.
“Nos envenenan el alma y esto hace mal, últimamente vemos cuántos…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
