Los baldíos abundan. Los dueños se hacen de los ñembotavy y la Municipalidad, que tiene las herramientas para que no se sigan multiplicando, no hace lo que debe. Es por eso que siguen dándose casos como el que le afectó, en este caso, a una niña de solo 7 años quien es de Ciudad del Este.
Junto con su familia viven a la altura del Km. 10, Monday. La peque se fue a la despensa y a unos 200 metros de la casa, sin que se dé cuenta, desde atrás le salió una rastrera que en seco le clavó los colmillos en uno de sus tobillos. Por el dolor y el susto, la niñita volvió llorando a su casa a contarles a los papás lo que les pasó.
Ahí, sin dudar, la llevaron derechito hasta el Hospital Regional de la capital del Alto Paraná, donde viendo el cuadro de la misma, luego de darle los primeros auxilios correspondientes, la decidieron…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py