Pasadas las once de la mañana de aquél 10 de octubre llegó el anuncio que casi todo el mundo veía venir pero que casi nadie quería asumir, el del adiós de Rafael Nadal, el mejor deportista español de la historia. No por admitido fue menos doloroso, menos triste. Menos impactante para el seguidor instalado en el disfrute competitivo que el ídolo proporcionó durante más de dos décadas.
“Hola a todos. Estoy aquí para comunicaros que me retiro del tenis profesional”. Así arrancó…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
