Un fulano que venía con más combustible que su auto, al parecer, decidió que era el momento de cargar “tanque lleno”, pero no al vehículo, sino a ese “restito” de capacidad que aún tenía dentro suyo. Y no sólo “tomó” la decisión de reabastecerse, sino que además tomó otras cuántas cosas más, lo que hizo que antes que entrar “al” surtidor termine entrando “por” el surtidor.
El hecho se dio en la ciudad de Hernandarias, donde un hombre de 27 años al mando de un Kía Picanto de color negro pasó de largo el área se carga de combustible y se fue a “estacionar” por la pared, llevándose de paso unos cuántos basureros que estaban en el lugar.
Cuando los polis llegaron al lugar, le pidieron que “comparta” un poquito de su aliento. Además de empañar un par de anteojos terminó también arrojando…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py