Un portavoz policial señaló que el gobernador de la provincia ordenó que los religiosos, que fueron expulsados del monacato, fueran enviados a un centro de desintoxicación, aunque no se presentaron cargos contra ellos.
La medida ha provocado que el templo, situado en una zona rural, se haya quedado vacío, mientras las autoridades religiosas envían a más bonzos para vigilarlo.
Tailandia tiene un grave problema de drogas, principalmente debido a la metanfetamina, situación que ha empeorado desde el golpe de Estado en la vecina Birmania (Myanmar), de donde procede gran parte del tráfico de estupefacientes.
El portavoz policial en Bueng Sam Phan afirmó que realizan redadas en escuelas, templos y comunidades para localizar adictos y ayudarles a rehabilitarse.
El 90 por ciento de los tailandeses profesa el budismo y en el…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py