El padre Alberto Luna ofició la misa vespertina de este domingo en el santuario de Caacupé. En su prédica indicó que ya no se tortura en el Paraguay, como era en la época de la dictadura, pero los pobres que tienen que viajar como animales cada día, sí sufren una tortura por la falta de una política de transporte que atienda la necesidad del pueblo, antes que los intereses de los amigos. Así como las interminables colas que los pobres tienen que hacer para ser atendidos en nuestro…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py