Una propietaria de una vivienda y local comercial, Guadalupe Medina cansada de los puercos que orinan por el árbol y la pared, decidió hacer algo al respecto, y decidió instalarse ahí mismo en la calle una letrina. Dijo que los tatachos son los que más lo hacen. “Los hombres no aguantan, y muchos me piden entrar a mi baño, pero como tengo hijas y el sanitario está en mi habitación, no puedo permitirlo”. Muchos vecinos estuvieron disconformes, pero la doña aclaró que el baño…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py