La entrega, la determinación y exceso de amor propio, convirtieron de vuelta a Andrés Cubas en el mejor jugador de la Albirroja ante Venezuela.
Nadie corre más que él, nadie mete más que él. Es el líder que contagia en el medio, es un pulpo para recuperar pelotas y todos se fían por su pequeño físico, pero esa es una trampa total, porque el “jefecito” paraguayo no perdona rivales cuando los tiene en frente.
Luego de muchísimo tiempo, Paraguay vuelve a tener un volante central…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py