Una multitud acudió a la casa de la clavadista china de 17 años, Quan Hongchan, tras ganar dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de París, mientras que la gimnasta Zhang Boheng tuvo que esconderse en los baños del aeropuerto de Pekín para escapar de una multitud de fans demasiado entusiastas.
Son tan solo dos ejemplos de lo que los medios estatales llaman “fans tóxicos” y las autoridades chinas prometieron hacerse cargo de ello.
Hay casos de seguidores de las estrellas…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py