El titular de esa unidad policial, el comisario Rafael González, señaló que lo que empeora la situación, es que no existe una normativa legal específica para castigar como corresponde a personas que alteran el servicio de urgencia.
“De mas de tres mil llamadas que se reciben, por lo menos 1.400 son llamadas que no tienen sentido, carentes de seriedad”, dijo el comisario al ser abordado sobre el tema.
Personas con evidentes problemas mentales, agregó el uniformado, suman las llamadas que realizan al 911, y que saturan el sistema, impidiendo muchas veces que se reaccione con la rapidez necesaria.
“Como ejemplo de que la situación es extrema, un hombre llegó a llamar 470 veces al servicio, en esa categoría de llamadas es lo que nosotros designamos como personas con inestabilidad mental”, agregó.
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py