A veces el fanatismo llega a un punto tal que un padre decide no contactar con su propio hijo. Este fue el caso de una de las mejores transferencias que Cerro Porteño logró concretar a finales de los años 90.
Se trata del hoy entrenador Diego Gavilán, quien reveló una de las situaciones más insólitas que le tocó vivir en el fútbol, ya sobre el final de su carrera deportiva.
“Mi papá no me habló un año cuando decidí ir a Olimpia, una vez que tuve la negativa de Cerro, que era…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py