Una argentina peló su mejor pinta para ir a visitar a su marido en la cárcel de La Plata, y pasar unas lindas horas en familia. Pero la cosa no salió como quería. Al llegar, los guardias le dijeron que no podía ingresar a la cárcel porque el detenido estaba en la “privada”. Eso puso los pelos de punta a la “catedral” quien se plantó frente a la penitenciaría para esparar que salga la “capillita” y así darle su merecido.
Apenas la amante pisó la calle, la doña le enfrentó “te…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py